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El día que la juventud despertó

Creo que hay pocos eventos tan significativos y tan subestimados como la Reforma Universitaria de 1918. No nos damos cuenta pero ese año en Córdoba fuimos testigos de algo increíble. Por primera vez en la historia de los argentinos la juventud se hace presente e irrumpe en nuestra historia abriendo una puerta que nunca nadie podrá cerrar.

Hoy 21 de junio se cumplen 100 años de la publicación del documento que sintetiza los ideales de estos jóvenes que decidieron abrir la universidad para que entrase el pueblo. El Manifiesto Liminar de la Reforma Universitaria podría haberse escrito hoy y probablemente nadie notaría la diferencia:

“La juventud ya no pide. Exige que se le reconozca el derecho a exteriorizar ese pensamiento propio en los cuerpos universitarios por medio de sus representantes. Está cansada de soportar a los tiranos. Si ha sido capaz de realizar una revolución en las conciencias, no puede desconocérsele la capacidad de intervenir en el gobierno de su propia casa.”

Lo que ocurre en Córdoba es significativo. Los jóvenes deciden hacerse dueños de su futuro, toman las calles, la universidad misma y se vuelven el elemento de transformación de la sociedad. No lo tenemos en cuenta, pero la Reforma Universitaria tuvo un impacto a lo largo de toda América Latina. La Reforma sacudió al continente como un terremoto y dejó abierta una grieta en nuestro país. Una grieta por la que se vislumbran nuevos derechos y por la cual los jóvenes no tienen miedo de meter sus manos y revolver hasta robarle a los poderosos una nueva conquista para el pueblo.

Lo trascendente de este invierno de 1918 ha sido su extensión. Hasta el día de hoy el pleno del movimiento universitario se reconoce heredero de la reforma. Y la presencia de los ideales de estos jóvenes cordobeses sobrevive en la conciencia de todos ellos. Lo que una vez fue la lucha por la libertad de catedra, luego se transformó en la universidad gratuita, evolucionó en el ingreso irrestricto y todavía tiene mucho camino por andar.

Todas las movilizaciones donde la juventud es protagonista tienen su antecedente directo en la Reforma Universitaria. Tanto el Cordobazo de 1969 como las movilizaciones por el aborto legal, seguro y gratuito de hace algunos días.

La Reforma nos marcó un camino. Lo mejor que podemos hacer para honrar su memoria es estar a la altura de los avatares a los que nos enfrentamos día a día. Que quede claro: “Los dolores que quedan, son las libertades que faltan”.

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