Participación Ciudadana

Participación Ciudadana

En la actualidad se da un proceso de cambio que plantea nuevos paradigmas para la estructuración del pensamiento, la construcción de conocimiento y, por lo tanto, para la implementación de los procesos. “A diferencia de los últimos siglos, durante los cuales se aprecio el orden y la estabilidad, mientras se reprimía el movimiento, el desorden y la libertad, el paradigma emergente valora el dinamismo y lo espontáneo por sobre lo pautado y predecible, resalta la importancia de lo incierto y lo inestable (Llamazares, 2013, 38).”

La comunicación digital hace que se transforme fuertemente la comunidad, el nosotros se vuelve más universal e impersonal, ya que el espacio público pasa a ser cibernético y eso agudiza el aislamiento del hombre. Por lo tanto, la forma de relación interpersonal se modifica, cambian las formas de comunicarse, la generación de expectativas y se erosiona más la idea de cuerpo y de organización. Es dentro de esta nueva cosmovisión que las organizaciones sufren modificaciones en su constitución y su accionar diario. El desempeño de roles y funciones están sujetos a criterios y normas grupales y no a las voluntades individuales. Situación que choca profundamente con la exacerbación del individualismo planteado anteriormente y complica la generación de expectativas colectivas (Etkin, 2000).

Dentro de la administración, también se plantea actualmente un debate importante sobre el modelo de producción y organización posmoderno. La actualidad lo vincula con características como la autoridad delegada, la descentralización, la diversidad en la conformación, el trabajo en equipo, los trabajadores multihabilitados y la automatización como formas de cambio de las viejas estructuras. Pensando en el impacto de las nuevas tecnologías, cómo estas cambian la relación entre aquellos que son parte y los que son actores intervinientes (Druker, 1980).

Llevándolo a las organizaciones del sector público la forma posmoderna de organización se vinculan a la idea de gobernanza, la importancia de profundizar el concepto de la gobernanza moderna se vuelve vital. Es esa forma de gobernar diferente al control jerárquico, más cooperativo, donde los actores estatales y no estatales participan en redes mixtas público-privadas. Dentro del cual la idea de gobierno abierto tiene un rol importante, que va de la mano de la incorporación de tecnología para generar un mejor vínculo con los stakeholders (Renate Mayntz, 2005).

Es por ello que el concepto de gobierno abierto plantea por un lado la interconexión con y entre organizaciones públicas y, por otro lado, el relacionamiento con la ciudadanía. Se busca facilitar la participación en la elaboración de políticas públicas, en la toma de decisiones, resolución de problemas y control social. Es la idea de que las organizaciones públicas se transforman en plataformas en línea de información y datos para los ciudadanos (Concha y Naser, 2012).

Es así que una parte cada vez mayor de actividades humanas tienen lugar en el espacio digital, mucho de lo que se relaciona con la cultura, la política, la economía y los servicios corre con esta suerte. Esto lleva a una transformación en la forma en que se realizan las mismas, y por lo tanto la forma en que los gobiernos y los formuladores de políticas deben utilizar y regular el espacio digital. Se pueden profundizar problemas existentes como la exclusión, la inequidad, el desequilibrio de poder, el fraude y la inseguridad (Janowski, 2015).

Desde la perspectiva más académica varios investigadores han tratado de pensar el dominio del estudio del gobierno abierto, se encuentran algunas raíces en la informática, ciencias políticas, administración pública, ciencias de la información.  Por lo que se presenta un debate epistemológico, donde por ejemplo Scholl (2006) lo plantea como un cambio de estudio distinto, aunque no como una disciplina tradicional, luego Dawes (2009) lo plantea como una cuestión inherente a múltiples disciplinas que necesita una perspectiva más holística y flexible sobre la definición de conceptos y Moon, Lee y Roh (2012) lo dan como una disciplina de la administración pública (Gil-Garcia, 2018).

Es por eso que podemos entender que se plantea como la idea de generar nuevas relaciones entre la ciudadanía y el estado, pudiendo generar múltiples interacciones entre actores sociales y estatales que tienen como objetivo mejorar la participación, generar transparencia y mejorar la calidad de servicios públicos. Se pueden encontrar patrones comunes a seguir en su implementación como son ampliar la información pública disponible para la ciudadanía, garantizar y mejorar el ejercicio del derecho a la información pública, mejorar el acceso a los servicios públicos y sus canales de entrega, proteger los derechos de usuarios y funcionarios, incrementar la transparencia de la gestión pública, promover la participación ciudadana en la gestión estatal y aumentar la capacidad institucional para una gestión abierta (Oszlak, 2014).

Pero las ciudades como unidad de gobierno se vuelven cada vez más complejas, grandes e importantes a medida que aumenta la cantidad de gente que vive en las áreas urbanas. Según la ONU se espera que para el 2030 la población que resida en estas áreas sea de 5 mil millones, la tasa de aceleración del crecimiento urbano presenta el desafío de buscar nuevas formas de interacción, solución de conflictos y brindar servicios innovadores, eficaces y eficientes. Y, por lo tanto, son una de las unidades de gobierno más dinámicas e importantes para analizar (Nam, 2011).

Esta nueva realidad debería ser afrontada con un cambio en las estructuras y en la cultura de los partidos políticos y de las organizaciones de gobierno. Los nuevos canales de participación si bien buscan lograr transparencia, colaboración, transversalidad, empoderamiento y control, no deberían hacerlo en detrimento de los debates colectivos y de la construcción de consensos sociales amplios. Al mismo tiempo, la concentración de la participación sobre aquellos que cuentan con la conectividad y las herramientas necesarias puede generar que simplemente un cierto grupo de gente sea el que participa. Puesto que son aquellos que tienen acceso a las herramientas y de qué forma lograr que sean más potentes sus planteos (Gorrochategui, 2019).

En esa línea, el trabajo realizado por Omar Quiroga releva como herramientas y medidas llevadas adelante por el GCBA de fomento de la participación ciudadana la ley de audiencias públicas, la ley de Comunas, la ley de presupuesto participativo, el portal de participación ciudadana con reuniones con vecinos, mecanismos y peticiones electrónicas como el BA elige y la realización de eventos como hackatones para la innovación. Generando la enumeración, pero no el impacto real que tienen las medidas en la ciudadanía. Es por eso que, luego de 12 años del inicio de la aplicación del gobierno electrónico por parte de la actual gestión del gobierno de la ciudad de buenos aires, y de más de 20 años que se empezó a trabajar en la utilización de las tecnologías, profundizando permanentemente el gobierno abierto, para mejorar el vínculo con los ciudadanos poder generar una medición de su evolución e impacto es un elemento interesante para evaluar los resultados.

REFERENCIA BIBLIOGRÁFICAS:

Concha, G., & Naser, A. (2012). El desafío hacia el gobierno abierto en la hora de la igualdad. Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), 18.

Druker, P. (2000). La gerencia. Ateneo.

Etkin, J. R. (2000). Política, gobierno y gerencia de las organizaciones: acuerdos, dualidades y divergencias.

Gil-Garcia, J. R., Dawes, S. S., & Pardo, T. A. (2018). Digital government and public management research: finding the crossroads.

Gorrochategui, N. (2019). Gobernanza moderna: Teoría y aplicaciones. EUDEBA.

Janowski, T. (2015). Digital government evolution: From transformation to contextualization.

Llamazares, A. (2013). Del reloj a la flor de loto. Crisis contemporánea y cambio de paradigmas. Buenos Aires: del Nuevo Extremo.

Mayntz, R. (2005). Nuevos desafíos de la teoría de la gobernanza. La gobernanza hoy10, 83-98.

Nam, T., & Pardo, T. A. (2011, June). Conceptualizing smart city with dimensions of technology, people, and institutions. In Proceedings of the 12th annual international digital government research conference: digital government innovation in challenging times (pp. 282-291).

Oszlak, O., & Kaufman, E. (2014). Teoría y práctica del gobierno abierto: Lecciones de la experiencia internacional.

Deja un comentario

Close Menu