En estas fiestas ayudemos a proteger a las personas que padecen los ruidos de los petardos y fuegos artificiales y evitar las pérdidas y sufrimientos de nuestras mascotas.
La pirotecnia conlleva riesgos de quemaduras, lesiones oculares y traumas acústicos.
Las estadísticas muestran que alrededor del 40% de las lesiones son en la cabeza (el ojo es el lugar lesionado en el 15% al 30% de los casos).
En miembros superiores, las manos y dedos son afectados el 20% al 40% y el resto de lesiones se producen en miembros inferiores, tronco y genitales.
Algunos de los efecto negativos de la pirotecnia pueden ser:
- En personas con Trastornos del Espectro Autista (TEA), el ruido que provoca el uso de pirotecnia puede generar angustia y ansiedad. conductas estereotipadas y repetitivas.
- En el caso de las personas mayores y las convalecientes padecen la contaminación acústica de la pirotecnia, ya que generalmente interrumpe sus horas de sueño y descanso provocándoles tensión y sobresaltos.
- Las personas con Alzheimer experimentan padecimientos adicionales como desorientación y nerviosismo a causa de las explosiones.
Estas afecciones también aplica para los casos de las/os recién nacidas/os, bebés y la niñez en general, quienes padecen sustos, estrés e interrupción las horas de sueño y descanso.
Asimismo puede ocasionarle s pérdida de la audición a causa de la alta intensidad sonora que no es compatible con los decibeles que puede soportar un menor o recién nacido que se encuentran en desarrollo.
Por otro lado, las mascotas también sufren ante los estruendos de los fuegos artificiales que afectan sus sentidos quedando perturbadas y atemorizadas.
Algunas pueden, incluso, perder la audición y hasta ponerse agresivas, lo que puede ocasionar graves daños